Todos queremos marcar la diferencia, provocar cambio.
Algo por lo que se nos recuerde cuando no ya estemos.
Sin embargo, muchos de nosotros nos perdemos a la hora de medir el impacto. Si mides cuantas visitas tiene la web de tu club, ¿es porque quieres tener la web más popular?
O, por otro lado, ¿tu objetivo es hacer felices a tus fans?
Entonces, ¿por qué no medimos la cantidad de sonrisas de espectadores por partido?
Tener una estrategia clara es todo un reto, pero saber si lo que hacemos funciona puede ser un poco más difícil si no sabemos cómo medir nuestras acciones adecuadamente.
Especialmente, en digital, es fácil ponerse a medir métricas como interacción, alcance o crecimiento de seguidores, olvidando si estos indicadores nos llevarán al cambio que nos importa.
Con mi blog, tendía a obsesionarme por observar visitas web o clicks. He aprendido que si mi objetivo es ayudar a tomar más y mejores decisiones de marketing de fútbol femenino, debo fijarme en la confianza, atención y utilidad que otorgas a mi contenido.
De esta forma, mi estrategia se centrará en ofrecer más valor y no en tratar de invitar a más gente a mi blog.
¿Cómo mido mi impacto? Escucho atentamente el feedback de personas que me dicen que han hecho algo positivo a través de mis ideas.
Mi sugerencia es empezar cualquier proyecto o actividad con la pregunta “cómo sabré si funciona” en mente. De lo contrario, no podemos mejorar y, en consecuencia, marcar la diferencia.
PD. Muchas gracias, ya somos +100 “locos” en la tribu.