El fútbol femenino japonés nos ha enseñado, por muchos años, una lección valiosa de hacer más con menos.
Más títulos y visibilidad con menos participación y recursos que las grandes selecciones. Con tan sólo 51.000 jugadoras registradas, en comparación a las 1,3 millones en Estados Unidos, 290.000 en Canadá o 197.000 en Alemania, la selección absoluta ha estado en el top 6 durante los últimos diez años.
Ganadoras del Mundial FIFA de 2011 y del Mundial Sub-20 de 2018, a pesar de contar con menos apoyo por parte de la federación que países con el mismo nivel en el césped y sin haber tenido un departamento de fútbol femenino por muchos años.
Sin embargo, un nuevo capítulo para el fútbol femenino japonés acaba de empezar.
Antes de que la Nadeshiko League se reanudara el 18 de julio tras la pandemia, la federación de Japón anunció la creación de la primera liga femenina profesional en el país. La WE League, Women Empowerment League, perseguirá «construir una sociedad sostenible a través de la promoción de la participación de la mujer», según Tashima Kohzo, presidente de JFA.
A pesar de que la federación decidiera cancelar la candidatura de Japón para albergar el próximo Mundial FIFA de 2023 por los efectos del COVID-19, los pilares estratégicos de la asociación permanecieron intactos: alcanzar las 300,000 jugadoras con licencia en 2030, ser campeonas en los Juegos Olímpicos e Tokyo y en el Mundial de 2023 y desarrollar talento mediante estándares globales.
Un club pionero en Kobe
Como en otros países como Estados Unidos o Países Bajos, la selección femenina ha experimentado un crecimiento sostenible mientras que las competiciones domésticas han tenido poca visibilidad e inversión durante muchos años. Ahora, la NWSL y Eredivisie avanzan a paso firme para reducir la distancia, como también la JFA.
A nivel de clubes, tuve el privilegio de hablar con uno de los líderes más influyentes del fútbol femenino japonés, Takashi Yasumoto, presidente de INAC Kobe Leonessa, ganadoras de tres ligas nacionales. Tras una exitosa carrera en el mundo empresarial y el fútbol, habiendo trabajado en Rakuten y gestionado el Crimson Football Club como director general, ahora Vissel Kobe, se unió a INAC Kobe en 2018.
Desde la llegada de Yasumoto, el INAC Kobe ha empezado a mostrar como los clubes de fútbol femenino pueden aumentar su valor comercial, atrayendo asistencias de récord de más de 53.000 espectadores y registrando ingresos de 1 millón de dólares. Un caso de éxito en el área del patrocinio, marcas como Kawasaki, Rakuten o BMW han impulsado al club a facturar alrededor de 70 millones de yens (sobre 660.000 dólares) en esta partida comercial.
Cuidar la relación con la comunidad ha sido clave para el club 100% profesional, especialmente con chicas y mujeres jóvenes en escuelas y universidades. Una oportunidad para fomentar la participación y engagement con las jugadoras, consideradas modelos de comportamiento para las futuras generaciones. Con los partners, el presidente también ha hecho un esfuerzo por desarrollar relaciones de valor conectando con sus familias y empleados.
«Primero, necesitamos visibilidad a través de contenido de valor para poder monetizar nuestro valor comercial más adelante». Según Yasumoto, plataformas como YouTube y MyCujoo han sido excelentes canales para despertar el interés de la sociedad exponiendo el atractivo de la Nadeshiko League, donde sólo el 20% de jugadoras compiten profesionalmente.
Tal y como refleja Takashi Yasumoto en la siguiente entrevista, al fútbol femenino japonés le espera un futuro brillante si la sociedad y los stakeholders son capaces de reconocer su potencial e impacto en la cultura. Desde la perspectiva de los clubes, la nueva WE League en 2021 llevará a los clubes a ofrecer un deporte más competitivo a través de la profesionalización. A escala global, la selección buscará romper barreras en el país con grandes retos como los Juegos Olímpicos y el Mundial.
Gracias a Christian Isshiki, traductor e intérprete profesional, por su amabilidad en la traducción de la entrevista.