Los patrocinios son soluciones de marketing para problemas de negocio.
A menudo vemos que las marcas buscan visibilidad, engagement, datos, prestigio, relaciones o ventas de producto.
Pero ese no es el caso de Airbnb — al menos, no su objetivo principal aquí.
Al invertir millones en un patrocinio olímpico, podrían haber salvado billones al retrasar posibles restricciones locales sobre alquileres a corto plazo.
Según el experto en patrocinio Ricardo Fort, esta podría ser una de las mayores ROIs en la historia del patrocinio.
Tras el enorme éxito de Airbnb — alcanzando 4 millones de anfitriones que han recibido a más de 1.500 millones de huéspedes en todo el mundo — muchas ciudades empezaron a imponer límites a las operaciones de la compañía.
La ocupación hotelera, los impuestos municipales y la disponibilidad de viviendas a largo plazo se han visto cada vez más afectados por el crecimiento de Airbnb.
A medida que más ciudades empezaron a anunciar regulaciones más estrictas sobre los alquileres a corto plazo, Airbnb vio en la agenda olímpica una oportunidad para construir relaciones más cercanas y flexibles con los gobiernos municipales — quienes naturalmente están inclinados a colaborar con los grandes patrocinadores de eventos para maximizar el impacto en sus ciudades.
El calendario olímpico parece estar perfectamente alineado con los desafíos regulatorios de Airbnb en mercados clave.
Según los números de Fort, el fee anual estimada para un TOP Olympic Partner es de unos 100 millones de dólares al año. Considerando que Airbnb aún operaba en China en ese momento, las cinco ciudades anfitrionas podrían representar alrededor del 5% de los ingresos anuales de la compañía — aproximadamente 400 millones de dólares.
En este escenario, un patrocinio de 500 millones de dólares podría haber protegido más de 2 billones en ingresos.
Coincidentemente, la operación de Airbnb en China se cerró solo unos meses después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022.
Por supuesto, Airbnb también activa el patrocinio de maneras más tradicionales — como la promoción reciente que ofrece una experiencia exclusiva con la estrella de la NFL Patrick Mahomes, o la campaña de los Juegos Olímpicos anteriores con alojamientos en lugares icónicos como el Musée d’Orsay en París.
Pero cuando el objetivo es influir en los gobiernos para proteger tu negocio principal, el valor va mucho más allá de las métricas tradicionales de marketing.
No es el tipo de patrocinio que aprendemos en los libros de marketing. Pero es el tipo de movimiento que puede definir el futuro de una empresa.
Recibe mi post semanal