Las palabras que utilizamos para comunicarnos son un reflejo de nuestros pensamientos, quiénes reflejan nuestro modo de entender el mundo.
En la indústria del fútbol femenino, he escuchado cosas como “no tenemos dinero”, “no somos rentables”, “no tenemos fans” o “nadie nos presta atención”.
Da igual si es verdad o no, lo que importa es qué harás para mejorarlo.
Si creemos y vemos nuestro día a día bajo estas expresiones, estamos limitando nuestro potencial y nuevas oportunidades. Lo que hacemos y decimos es aquello que acabamos alcanzando.
No habrá manera de encontrar recursos si le decimos a todos que no somos rentables.
En lugar de eso, sugiero hacerse preguntas grandes y específicas para centrarse en soluciones y no en efectos presentes:
¿Cómo podemos encontrar un patrocinador de 10.000€ este mes?
- ¿Qué campaña específica podemos lanzar para llenar el estadio el próximo sábado?
- ¿Qué historia e incentivos podemos construir alrededor de fans actuales y futuros?
- ¿Qué mensage auténtico y valiente podemos difundir a través de los medios?
Reprogramemos nuestros cerebros para enfocarnos en preguntas capacitadoras.
El fútbol femenino se lo merece.